Astur escribió: Mié Mar 05, 2025 4:31 pmEs curioso cómo planteas la cuestión, porque parte de una premisa que considero errónea: la idea de que las condiciones materiales pueden eventualmente eliminar las clases y el Estado sin caer en el autoritarismo.
Que el Estado y las clases sociales pueden desaparecer es algo que, efectivamente, está por ver. Lo que no está por ver, porque ya lo hemos visto, es que los modos de producción y las clases sociales pueden cambiar radicalmente. Y en cada uno de esos cambios, la desigualdad entre clases sociales es cada vez menor, con autoritarismo o sin él. Siguiendo esa tendencia, es posible que algún día las diferencias entre clases sociales se minimicen tanto que incluso dejen de existir, y en tal caso el Estado, entendido éste como la herramienta institucional mediante la que se perpetúa la explotación de unas clases sobre otras, se extinguiría porque ya no sería necesario. Por supuesto es posible que la teoría marxista se equivoque en ese punto y siga existiendo algún tipo de Estado en una sociedad sin clases, pero no cabe duda de que sería completamente diferente al tipo de Estado que hemos conocido hasta ahora.
Astur escribió: Mié Mar 05, 2025 4:31 pmEl problema es que esa visión olvida algo fundamental de la naturaleza humana y del poder: la tendencia inherente a concentrar y preservar el poder una vez adquirido. La historia muestra que cada intento de instaurar un "socialismo transitorio" ha terminado reforzando estructuras de poder aún más autoritarias, y no es casualidad. La eliminación de las clases y del Estado, según el marxismo, pasa inevitablemente por una fase de dictadura del proletariado. Pero la realidad es que ese "tránsito" no es más que una coartada para perpetuar el control estatal.
Eres tú quien olvida algo fundamental de la historia humana: todos los gobiernos originados a partir de una revolución son autoritarios, represivos y despiadados, y es una norma que se cumple incluso con las revoluciones liberales. De hecho es la única manera de que una revolución triunfe. El marxismo simplemente es consciente de esa lección histórica y consecuentemente prevé que la superación del capitalismo se realizará mediante la dictadura del proletariado.
Astur escribió: Mié Mar 05, 2025 4:31 pmEl ejemplo de la democracia en la antigua Grecia es falaz en este contexto. La democracia ateniense, con todas sus limitaciones, era directa y garantizaba cierto control ciudadano sobre las decisiones. En contraste, el socialismo real nunca ha ofrecido un mecanismo auténtico para devolver el poder al pueblo. Lo que llamas "proceso de extinción" del Estado en el marxismo no es más que una promesa vacía, porque quien controla los medios de producción y la coerción no tiene ningún incentivo real para renunciar a ellos voluntariamente.
No he mencionado a la democracia griega más que como ejemplo de sistema político que antes de su existencia podría haber sido considerado "utópico". Pero ya que idealizas tanto aquel sistema, te diré que la democracia ateniense, aunque participativa, se basaba en una élite minoritaria de ciudadanos, excluyendo a la mayoría y sometiendo a la esclavitud a una buena parte de ésta.
En cuanto al socialismo, lo cierto es que, a diferencia de la concepción liberal de la democracia, los comunistas siempre hemos considerado que ésta consiste en el gobierno de la clase trabajadora, en el marco de una nueva sociedad en la que ya no existan otras clases sociales. De hecho, en el mismo Manifiesto Comunista el propio Marx afirmó que "
el primer paso de la revolución obrera es su elevación a clase dominante, la conquista de la democracia", y el propio concepto de “dictadura del proletariado” siempre designó a un sistema en el que los trabajadores mantendrían el poder político a través de los soviets o consejos de obreros, en contraposición a la "dictadura de la burguesía" propia del capitalismo. Es cierto que la teoría leninista afirmaba, con razón, que la revolución no sería jamás realizada por las masas de forma espontánea y desorganizada, sino que sería un partido de vanguardia (el partido comunista) el que lideraría la transformación de la sociedad hacia el socialismo, como así sucedió. Pero estaba claro también que el gobierno de un partido de vanguardia no era lo mismo que el gobierno de los mismos trabajadores, y por eso en la URSS se idearon fórmulas para aumentar la participación y el control de trabajadores y campesinos, entre las que se incluía una ampliación de los miembros del partido comunista y el desarrollo de todo tipo de organizaciones de masas destinadas a la participación popular, innovaciones que todos los países socialistas subsiguientes adoptaron (y adaptaron): el uso de los periódicos como defensores del pueblo además de fuentes de noticias; la concesión de poder a los sindicatos sobre los derechos de los trabajadores, las normas de producción y la disposición de los fondos sociales; y la creación de soviets, comités de producción, asambleas comunitarias, comités de gobierno de complejos residenciales y otros cuerpos del partido y el gobierno.
El resultado de todo ello fueron las siguientes cifras sobre la actividad política soviética en 1978: sobre una población de 260 millones de habitantes, en la URSS había alrededor de 16,5 millones de militantes en el partido comunista, 121 millones de miembros de sindicatos, casi 38 millones de miembros de las juventudes comunistas, más de dos millones de delegados de soviets, 35 millones de personas trabajando para los delegados de los Soviets de los Diputados del Pueblo, 9,5 millones de miembros de los comités del Control del Pueblo y 5,5 millones de miembros de las conferencias de producción de empresas industriales. Por supuesto, la participación en un soviet socialista, como la participación en las elecciones de una democracia burguesa, no es una prueba concluyente del control popular, pero sí que representaba (por mucho que fuera de una manera imperfecta) la aspiración a un tipo de democracia socialista.
Sí, desde luego que el proceso de desarrollo de la democracia socialista en la URSS distaba mucho de haber terminado, y las principales decisiones políticas y económicas seguían siendo tomadas por un partido dominado por una élite político-burocrática. Pero ciertamente era mucho más fácil que un trabajador soviético pudiese llegar a formar parte de esa élite (a fin de cuentas cualquier ciudadano, a priori, tenía la posibilidad de militar en el partido comunista y ascender en él) a que un trabajador de cualquier país capitalista pudiese acceder a la pequeña oligarquía de banqueros y grandes empresarios que detenta el poder en las democracias burguesas.
Astur escribió: Mié Mar 05, 2025 4:31 pmRespecto a la democracia liberal, no defiendo el sistema actual, que llamo partidocracia precisamente porque se aleja de una democracia formal. La verdadera democracia requeriría separación de poderes efectiva y representación auténtica, no la administración de la explotación capitalista que mencionas. Sin embargo, su permanencia muestra que a pesar de sus fallos, ofrece más libertades y mecanismos de control del poder que cualquier intento de "socialismo científico".
Crees eso porque consideras, erróneamente, que el poder en el capitalismo lo representa la clase política, pero no es cierto. La clase política no es más que la representación de los intereses de la auténtica clase dirigente, que es la alta burguesía: los banqueros y grandes empresarios. Y en la democracia liberal no existe ningún mecanismo de control de ese poder, ni por asomo. ¿Libertades? Todas las del mundo... mientras no afecten lo más mínimo a la clase dirigente.
Astur escribió: Mié Mar 05, 2025 4:31 pmEn cuanto al anarcocapitalismo, su inviabilidad no demuestra la validez del comunismo.
¿Quién ha dicho tal cosa?
Astur escribió: Mié Mar 05, 2025 4:31 pmAmbos son utopías desde mi punto de vista.
El comunismo quizás sea utópico, pero el socialismo no lo es.
Astur escribió: Mié Mar 05, 2025 4:31 pmLo que necesitamos es una democracia formal basada en la responsabilidad política directa, elección separada de los poderes y capacidad de destitución efectiva de los representantes. Sin eso, cualquier sistema está condenado a degenerar en autoritarismo.
Suena bien. Me pregunto por qué nadie lo habrá probado aún...