Me hago un espacio para responder a esta pregunta que cada día se vuelve más significativa en nuestras sociedades postmodernas.
Este tema, como todos los que creo, se caracterizará por un pobre orden interno así que por una parten discúlpenme y por otra acepto críticas en todos los sentidos, incluyendo las destructivas.
La respuesta rápida es incrementando la oferta.
La respuesta desarrollada de por qué incrementando la oferta es la mejor manera de reducir el precio de la vivienda la desarrollo a continuación.
En primer lugar es importante introducir un concepto muy común en economía, la elasticidad de la curva de demanda del mercado. La elasticidad es una medida del grado de sensibilidad de la cantidad demandada de un bien ante variaciones en el precio, se denota como 𝜀 y su cálculo es,
𝜀 = ∂q/ ∂p * p/q
Que nos viene a indicar el cociente entre la variación porcentual de la cantidad demandada del bien y la variación porcentual del precio de este último que da origen a aquélla.
Otra forma de calcular la elasticidad que nos refleja de modo más intuitivo la información que nos proporciona es:
𝜀= (q2-q1/q1)/(p2-p1/p1) = (∆q/q)/(∆p/p)
Lo cual nos viene a resumir que 𝜀 es el cociente entre el % de variación de q (producción) y el % de variación de p (precio).
Pongámoslo en ejemplo: la unidad de manzana tiene un precio de $ 100 y se demandan 100 manzanas. Si el precio aumenta a $ 120 y la demanda se reduce a 97 diremos que 𝜀 = -0,03 (variación de la demanda) dividido en 0,2 (variación del precio), es decir, -0,15 o 0,15 en valor absoluto.
La elasticidad de la demanda:
- Es elástica cuando 𝜀 > 1, esto significa que una variación del precio genera una variación mayor de la cantidad demandada.
- Es inelástica cuando 𝜀 < 1, lo que significa que una variación del precio ocasiona una variación menor de la cantidad demandada.
- Es unitaria cuando 𝜀 = 1, en este caso las variaciones de precio y demanda son las mismas.
Lo relevante, de cara a este tema, es que dependiendo de la elasticidad (unitaria, inelástica o elástica) la estrategia económica adoptada por una empresa variará.
La elasticidad y el ingreso (el resultado de multiplicar precio por cantidad) se relaciona con la elasticidad en la siguiente forma:
- Si |𝜀| = 1 el ingreso no varía al variar el precio.
- Si |𝜀| > 1 el ingreso varía en un sentido contrario a la variación del precio.
- Si |𝜀| < 1 el ingreso varía en el mismo sentido a la variación del precio.
En el primer caso el ingreso fue de $ 10.000 en el segundo $ 11.640.
Por otra parte (y muy vinculado a lo anterior) el ingreso marginal* se relaciona con la elasticidad en el siguiente sentido:
- Si |𝜀| = 1 el ingreso marginal no varía al variar el precio.
- Si |𝜀| > 1 el ingreso varía en el mismo sentido a la variación a la cantidad demandada.
- Si |𝜀| < 1 el ingreso varía en el sentido contrario a la variación de la cantidad demandada.
- Bien normal: Son aquellos en los que la cantidad demandada aumenta al aumentar el nivel de renta, permaneciendo constantes los precios de los bienes
- Bien inferior: Son aquellos en los que la cantidad demandada disminuye al aumentar el nivel de renta, permaneciendo constantes los precios de los bienes.
- Bien de lujo: Bien normal con una elasticidad-renta mayor que la unidad.
- Bien necesario: Bien normal con una elasticidad-renta menor que la unidad.
En términos de precio-demanda, parece evidente que la vivienda es un bien cuya elasticidad es inferior a 1 pero superior a 0, es decir es inelástico. Y esto se vuelve evidente simplemente analizando las variaciones de las demandas cuando el precio se altera.
Aumentos de precios provocan una reducción de demanda inferior al incremento de los precios.
De hecho es intuitivo: si en prácticamente todo occidente la vivienda está inaccesible es porque se puede mantener así e incluso vender o hacerla rentar. Si no se puede vender, se puede alquilar. Si no se puede vender para vivir, se vende para alquilar. Si no se alquilar para vivir, se alquila para vacacionar, etecé.
¿Qué tipo de bien es la vivienda?
Pues pareciera que divaga entre dos tipos. O bien es un bien necesario o bien es un bien de lujo.
En ciertas condiciones, la vivienda es un bien necesario, lo que significa que con una renta baja o alta, la necesidad de tener acceso a una vivienda no variará demasiado. En otras condiciones, la vivienda es un objeto de lujo, seguramente como medio de renta.
Lo que es importante es que sea un bien necesario o un bien de lujo, el resultado es, de cara a lo estudiado, el mismo.
De cara al productor o vendedor (constructora, inmobiliaria o propietario particular) las variaciones del precio afectan en menor proporción la demanda, por lo que su beneficio siempre se verá maximizado reduciendo la oferta, si es un bien necesario o un bien de lujo solo alterará el mercado potencial de consumo.
Y esto último (mercado potencial de consumo) me lleva a un punto importantísimo: la explicación detrás del precio como efecto de la especulación.
La creencia en países como España, especialmente dentro de personas con pensamiento de izquierda, es que permitiendo la libre oferta (es decir la libre inversión) se desatará una burbuja inmobiliaria, como la vivida entre 1998 y 2008.
Sin embargo, para que haya una burbuja antes pervertir la oferta se tiene que pervertir la demanda.
Ésta es la representación del modelo inmobiliario en condiciones normales con alteraciones en su curva de oferta y demanda. Es sencillo: si la demanda aumenta, el precio aumenta. Sin embargo, si la demanda aumenta y el precio aumenta, ceteris paribus, existirá un nuevo precio de equilibrio que compense aun cuando la situación final sea en términos de utilidad inferior.
Lo que ocurre en una burbuja (en este caso inmobiliaria) es que a aumentos de precios, aumenta la demanda y este comportamiento se replica hasta que la burbuja explota.

Para entenderlo necesitamos también observar el escenario alterno.
A la derecha, lo que ocurre cuando estamos en un escenario de equilibrio: incrementos de precio son indicativos de equilibrios estables, aumentos de precios nos indican que debemos mesurar el consumo e inversión en tal sector porque se ha vuelto costoso.
A la izquierda la curva de precios tiene una pendiente superior a 45º por ende es inestable: un incremento inicial del precio conlleva una atracción en la inversión y un incremento posterior del precio.
Lo que ocurre en un escenario de burbuja es lo siguiente:

Esto es, por algún motivo, los incrementos de precios no reducen la demanda sino que la aumentan. Un bien de lujo se vuelve cada vez más apetecible.
En un escenario de burbuja los bienes siguen siendo demandamos porque la información transmitida entre los actores responsables es que en el período t+1 el precio de equilibrio será superior, ergo, la ganancia será mayor en caso de vender.
1) La marxista, la plétora del capital, según la cual en determinadas condiciones se vuelve rentable invertir en capital no productivo, lo que es lo mismo a especular por especular.
2) La austriaca resumida en su tesis de los ciclos, según la cual reducciones arbitrarias de los tipos de interés (generalmente derivados de la Banca Central) incentivan la especulación y las recesiones.
Sea como sea, la evidencia actual no parece evidenciar una burbuja sino todo lo contrario.
Los países se encuentran con una demanda constreñida de la cual se derivan altos niveles de precios.
No hay motivos para suponer que los precios se deben a una burbuja.